viernes, 6 de septiembre de 2013

Homeopatía y Mindfulness
(por Ana-María Clasing)













La homeopatía  descubierta por S. F. Hahneman en S.XIX, proclamó mediante la observación experimental   de ciertos fármacos   la célebre sentencia:

Similia, similibus, curantur .(sanación mediante el igual)  Es una terapia de estímulo,  una terapia ni supresora, ni sustitutiva  sino que una terapia que acoge a la  enfermedad, acusa recibo de esta  y la estabiliza a partir de su propia similitud con dicha enfermedad.

Un ejemplo simple es  el exceso de histamina  (sustancia liberada para la natural defensa  del organismo),muy a menudo  secretada  en exceso por  una persona alérgica.
El tratamiento homeopático no será aplicar un fuerte antihistamínico sino que por el contrario  se deberá   ingerir  histamina dinamizada y  potenciada  homeopáticamente, ésta  logrará el  equilibrio de la propia secreción.
¿El  porqué  una persona es alérgica? Es el análisis que hace la homeopatía  y llega a orígenes  marcados por emociones aflictivas  enquistadas hace mucho tiempo en el paciente. Miedos que lo llevaron a defenderse  y a  establecer una  excesiva  defensa  a todo nivel en su organismo.  La mente otra vez  implanta con fuerza  estados que se manifiestan en el organismo.

La homeopatía  se utiliza  generalmente después  de que  el paciente  es sometido a tratamientos  convencionales de la medicina moderna muchas veces agresivos y en donde nunca se  le permite  al propio organismo resolver  muchas de las patologías presentes. Patologías que  en muchos casos  pueden ser aliviadas  con el adecuado estado  mental.
La dosis homeopátíca levemente dinamizada  (CH 6) puede de hecho ejercer un cambio en el organismo a nivel molecular y físico, por otro lado las dinamizaciones  altas (CH200 o superiores) trabajan a un nivel energético, muy sutil produciendo cambios indiscutidos en el estado mental del paciente.

Los tratamientos homeopáticos deben considerar siempre las características constitucionales del paciente en sus tratamientos, estas están delineadas por sus aspectos emocionales principalmente, y apuntan a una emoción aflictiva poderosa.

La meditación es una herramienta de gran beneficio en el tratamiento.El mindfulness  y las técnicas de meditación benefician al paciente y lo motivan a  tomar  conciencia de la procedencia del miedo por ejemplo y de cómo este se instala y provoca un estado mental particular en el paciente.

Hace 24 años trabajo en mi consulta privada con pacientes diagnosticados  de un sin número de patologías. La homeopatía con sus terapias constitucionales ayuda tanto a detectar el "leitsymtom" (Arzneimittelprüfung,J.M.)  o emoción aflictiva del paciente como también a compensar insuficiencias y mal funcionamientos  orgánicos. Motivada e inspirada por las enseñanzas budistas he aplicado formas de meditación a pacientes en estados agudos de ansiedad, acompañados por tratamientos de homeopatía constitucionales. 

 El MIEDO... es una emoción devastadora y contribuye, a  estados mentales aflictivos, los cuales inciden en aflicciones orgánicas que luego se transforman en patologías.   Existe el miedo a que una gripe se convierta en pulmonía, miedo a que una inflamación pueda convertirse en cáncer, miedo a que un dolor de cabeza pueda ser un tumor escondido, miedo  a que ese dolor de espalda pueda dejarlos paralizados, etc.,etc.,  y finalmente  miedo  a morir.

La  indulgencia  ejercida para combatir el miedo es muchas veces  peor que éste,  se desarrollan  hábitos inapropiados para la salud, (in-gesta de anti psicóticos  barbitúricos, analgésicos, somníferos, etc.)

Realizar una  práctica meditativa rigurosamente cada día, lograr un estado de plena atención  en cada cosa que se hace durante el día permite al paciente

desapegarse de su enfermedad y colocarla en su real dimensión.
(Trabajo presentado por Ana-María Clasing en el '1er.Simposio Internacional de Estudios Contemplativos' Berlin/ Alemania 2013.) 










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