lunes, 30 de diciembre de 2019

Meditar;violencia,funas y mesas...

Por Ana-María Clasing


Lo que hemos visto en estos últimos meses de este año 2019 en Chile, en donde se ha instalado un ambiente de violencia inusual, no ha sido en absoluto alentador.


Hemos debido vivir instancias de furia reveladas en ataques incendiarios, saqueos, asaltos y funas de todo tipo. Y como nunca antes, también se han constituido un gran numero de 'mesas', quizás con el propósito de llegar a acuerdos en medio de un caos desenfrenado e intransigente....pareciera que nadamos desesperadamente tratando de alcanzar una orilla que nos cobije y nos contenga.


¿Pero qué hacer? nuestra tranquilidad mental se ve amenazada y no conseguimos encontrar refugio,paz, ni armonía... ¿En donde estará esa orilla?


Quizás la respuesta esté al alcance de nuestras 'mentes',la meditación realizada en forma cotidiana, breve pero constante, nos puede dar la respuesta y llevarnos en una introspección a una tranquilidad y comprensión inimaginables.


 La interiorización que podemos alcanzar en una práctica meditativa nos conduce  a ahondar profundamente en la naturaleza humana y con ello alcanzar la comprensión del porqué de nuestras limitaciones,nuestros dolores y sufrimientos... generalmente las respuestas recogidas nos harán amarnos en el buen sentido... y amar a los demás. 


En el budismo existe la enseñanza que revela y valora el 'precioso cuerpo humano'.

De acuerdo al budismo todo ser llega y transita por este mundo con un sentido exploratorio, un sentido de curiosidad con el cual desea aprender todo lo que percibe, y en este percibir logra experimentar y sentir. 

Nace así la experiencia de lo nuevo pero también y a través de los sentidos nace la experiencia de lo conocido...el 'precioso cuerpo humano ya ha vestido las ropas de la vida con anterioridad...Los 'renacimientos'.


Se renace una y otra vez, se conoce y se constata lo ya conocido...acumulando en una especie de 'mochila consciente' cada una de las experiencias vividas. 


El propósito de este renacer una y otra vez es el de evolucionar en el sentido de un espiral hacia lo completo, hacia el 'uno'...

En este 'uno' se manifiesta la total igualdad, la completa armonía y el fluir en paz... la verdad última. El ´precioso cuerpo humano´va en esa dirección y es precioso porque puede lograrlo.

Desde el minuto que el ser humano toma consciencia del dolor, de inmediato desea que el sufrimiento propio y el de los demás cese.


El budismo nos señala cómo desarrollar la toma de consciencia, el 'awareness´...el cual prevalece  en este 'precioso cuerpo humano' como condición innata a la espera de ser despertado.




jueves, 26 de diciembre de 2019

Compasión, solidaridad y empatía


Compasión, solidaridad y empatía...

Por Ana-María Clasing

El desarrollo de la compasión hacia el otro o hacia los demás se manifiesta muchas veces, de manera muy 'selectiva', tergiversando su verdadero sentido,apareciendo incluso acompañada de un deseo de retribución y de una falta de genuina intención solidaria.  

Por otro lado, la posibilidad de sentir verdadera compasión y de desarrollar atributos tan positivos como la solidaridad y la empatía  suelen 'no ser' tan evidentes en el ser humano.

La compasión requiere de una introspección profunda que conlleva a un reconocimiento del propio "yo" el cual se encuentra condicionado y estructurado por innumerables factores externos e internos. 

El reconocimiento de nuestras propias limitaciones nos ayudará a ser más sinceros al momento de sentir un genuino sentimiento de compasión.

La dificultad que este trabajo de introspección puede significar, ha llevado, muchas veces, al ser humano a "camuflar" este sentido genuino de lo que es la compasión, puesto que el ser compasivo, solidario o comprensivo produce un incremento del propio ego y una especial impresión en los demás.

La Navidad es un período del año en que escuchamos mucho la palabra compasión, sin embargo y así como este período es breve, también lo es el desarrollo de la compasión y su "intensa publicidad".

No se podrá hablar de compasión, ni de ser compasivo, de no mediar un reconocimiento de un sentido básico
de cuidado,de sensibilidad y de apertura hacia el sufrimiento propio y el de los demás, el cual nace junto a una motivación genuina para aliviarlo y prevenirlo.

La compasión va de la mano con la experiencia directa ocurrida en el acto compasivo, en el cual se percibe y se conoce al "objeto de compasión" (a los demás) y también, puesto que es un acto interdependiente, nos permite percibirnos y conocernos a nosotros mismos.

La compasión involucra dos aspectos interrelacionados:

1°- Acercarse, comprender y relacionarse con el  sufrimiento propio. (introspección profunda)

_Desarrollar la motivación para prevenir y aliviar el sufrimiento de los demás.

Ambos aspectos son complejos y difíciles. Comprender que la compasión no es una debilidad, una indulgencia, o un lujosino la base para el desarrollo de la fortaleza moral y ética que implica acercarse sin evasiones a lo difícil y doloroso de la vida...analizarlo y prevenirlo. Con esto nace el genuino deseo de evitar el sufrimiento de los demás; dentro del budismo ésto es la prodigiosa, bendita y perfecta Bodhichitta.

Una tarea poco atractiva en el mundo actual...se necesita análisis, fuerza de voluntad, esfuerzo y valentía. Evitar el "estoy cansado","no vale la pena" o "no me interesa". 
En el análisis aparece siempre la ley de causa y efecto; ley que percibimos en su efecto con mayor claridad, pero rara vez analizamos su causa.

La interrelación existente entre nuestras intenciones, pensamientos, palabras y actos están intrínsecamente ligadas al desarrollo de la compasión.