lunes, 4 de enero de 2021

Emociones discordantes

Por: Ana-María Clasing 

Las enseñanzas del Buda buscan constantemente las causas del sufrimiento, inclusive muchas veces se cree que el budismo padece una cierta “obsesión” por el estudio del sufrimiento. Sus primeras enseñanzas sobre las 4 NV (las cuatro nobles verdades) analizan justamente los orígenes y causas del sufrimiento y luego todas las enseñanzas que derivan del estudio de estas 4NV, constituyen una permanente indagación sobre el sufrimiento.

Para aceptar el sufrimiento, sin que nos destruya, se requiere, sin embargo, de un exhaustivo análisis del "sí mismo", del “yo”, el cual constituye y ha sido una inspiración constante dentro del estudio del budismo.

Este estudio es vasto y requiere de un análisis teórico importante pero también de una estrecha complicidad con el "escudriñar" dentro de las experiencias que se viven en primera persona…

Desde la percepción que cada quien tiene del mundo hasta su interpretación, (ya sea personal o colectiva), esta percepción está sujeta a un sin número de influencias que tienen directa relación con cada experiencia vivida. Estas influencias son en su mayoría emocionales. 

Están, por ejemplo, las “emociones discordantes” o aquellas emociones que nos afligen o nos perturban (señaladas como emociones que producen aflicción;llamadas  kleshas) y que se reflejan en nuestra propia manera de percibir el mundo y a los demás.  

Muchas de estas percepciones nos harán sufrir porque acompañadas de emociones perturbadoras provocarán aflicciones psicológicas en nuestras mentes, destruyendo nuestra paz interior. Quien percibe y quien es percibido interactuan de esta misma manera

Pensamos que ese "mundo afuera" es el causante y hacemos caso omiso de la emoción bajo la cual estamos percibiendo dicho mundo.

El budismo, sin embargo, nos invita a conocer más a fondo las emociones dañinas que nos hacen percibir al mundo bajo un prisma engañoso provocando un gran apego a este, dejando aflorar la adversidad o el odio.

Se les denomina los 3 venenos básicos: -la ilusión (el percibir la realidad de forma errónea o engañosa), el apego, y el odio o adversidad.

Bajo la influencia de estos tres venenos, nuestra percepción se vuelve sufriente.

Nos apegamos a lo que deseamos y odiamos lo que no deseamos sumándose así a nuestro estado mental la envidia, el orgullo y la ambición.

Cuando se percibe al mundo y a los demás como portadores de nuestra propia felicidad, nos apegamos a estos. Por el contrario, cuando se les percibe como portadores de nuestra desdicha nos apegamos a sentimientos de envidia, de odio y de destrucción.

En el budismo el apego es “pájaro de mal agüero” bajo su influencia no puede nacer el amor,la compasión,la empatía,la paz, ni la armonía, sentimientos que necesitan de una cierta neutralidad de mente y de espíritu,un cierto "desapego" para poder aflorar.

Poder aplicar el amor y la compasión a nuestra percepción del mundo y de los demás, requiere en primera instancia el percibirnos a nosotros mismos!

 

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