(por Ana-María Clasing)
Pienso en lo mucho que discriminamos, casi en forma automática...
y dejamos de lado esa posibilidad de cambio que existe en todos los
seres...a veces tildamos y ya, lo hacemos por las características que
conocemos en un momento determinado de tal o cual persona, sin sustraernos de contextos culturales, políticos y sociales arraigados en nuestra mente, que son justamente los que no permiten aceptar cambios o transformaciones a las que todos estamos sujetos en el transcurso de nuestras vidas, y que dependen de tantas y tantas circunstancias.
Pienso en lo mucho que discriminamos, casi en forma automática...
y dejamos de lado esa posibilidad de cambio que existe en todos los
seres...a veces tildamos y ya, lo hacemos por las características que
conocemos en un momento determinado de tal o cual persona, sin sustraernos de contextos culturales, políticos y sociales arraigados en nuestra mente, que son justamente los que no permiten aceptar cambios o transformaciones a las que todos estamos sujetos en el transcurso de nuestras vidas, y que dependen de tantas y tantas circunstancias.
¿Cómo puede el 'mindfulness' O la práctica de la atención
plena ayudarnos a estar más conscientes
de nuestro entorno? Mirando con
atención a quien estamos conociendo, tratando de percibirlo ‘directamente’,
escuchándolo atentamente, sin juzgarlo, ni etiquetarlo.
Una mente tranquila y concentrada no desperdicia energía,
simplemente se avoca a la observación directa
, no podemos desperdiciar energía
queriendo abarcar todo en un momento preciso, sino que concentrarnos en lo que escuchamos y
observamos en el momento de la interacción. Cuando nos habituamos a este tipo
de acercamiento con el otro, con una mente entrenada en el 'mindfulness' poco a poco, logramos una visión más “panorámica”,
la cual nos permite estar atentos a todo
lo que involucra un momento de percepción.
“Todos los estados tienen su origen en la mente” (el Buda; “el Dammapada”)
Puesto que a veces es muy difícil percibir la intención del otro, la nuestra debe ser clara y transparente. Esta actitud logra infundir en el otro claridad que puede hacer desvanecer cualquier
intención negativa que pudiese interrumpir aquella comunicación.
Únicamente nosotros somos responsables de nuestros actos e
intenciones y por ello estos deben ser claramente expuestos en nuestra comunicación y en nuestro accionar,
independientemente del efecto que las intenciones del otro puedan suscitarse en nosotros. Las
respuestas derivadas de la “acción
reacción” son aquellas que no permiten la toma de consciencia, ni la atención plena sino que son generalmente inducidas por un ‘yo’ impulsivo, rápido y pleno de
emociones aflictivas.
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